La Causa de la Muerte de Isabel la Católica …
La Rendición de Granada por Francisco Pradilla y Ortiz: El sultán Boabdil entrega Granada a los reyes Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla.
Escena de la toma de Granada en la serie de televisión ISABEL .
Se trata de una mujer hispana de 52 años , que presenta una historia de fiebre prolongada , edemas en miembros inferiores , aumento de peso y úlceras en piernas , dificultad progresiva para andar con marcha de pato . La enferma se quejaba de inapatencia , insomnio y una sed intensa . Sufre una convulsión pero se mantiene consciente y lúcida hasta el fin de su vida . TUMOR VISIBLE SIN PRECISAR LOCALIZACIÓN NI EL CARÁCTER DEL MISMO .Tiene grandes problemas emocionales ( muerte de su padre , madre y de dos de sus hijos en tres años , enfermedad mental de otra hija , motivos más que suficientes para sufrir un Trastorno Depresivo Reactivo : » La Reina estaba triste » .
Momento en que Isabel la Católica dicta su testamento el 12 de octubre de 1504. Se aprecia un escribano sentado en su pupitre recibiendo órdenes de su última voluntad. A la izquierda, aparece su esposo Fernando abatido con mirada ausente; a su lado su hija Juana; la acompañan el Cardenal Cisneros y los marqueses de Moya. Poco después, el 26 de noviembre del mismo año, fallece en el Palacio Real Testamentario ubicado en la Plaza Mayor de la Hispanidad de Medina del Campo.
LA REINA ISABEL I DE CASTILLA . JUAN DE FLANDES . PALACIO REAL DEL PARDO . 1496 – 1503
1- FIEBRE PROLONGADA . Fiebre de Origen Desconocido
– Infecciones
– Colagenosis
– Neoplasias
– Fiebre Mediterránea Familiar
– Enfermedad de Beçet
– Sarcoidosis
2 – EDEMA Y ANASARCA . ( HIDOPESÍA ) .
– Insuficiencia Cardio-renal
3 – ÚLCERAS DE LAS PIERNAS .
– Insuciciencia vascular periférica e infecciones secundarias
4 – SED INSACIABLE .
– Traumatismos intracraneales
– Tumores supraselares
– Meningitis
– Sarcoidosis
– Diabetes Insípida
5- DEBILIDAD PROGRESIVA DE MIEMBROS INFERIORES .
– Mielopatía
– Neuropatía periférica :
– Tóxicas
– Metabólicas
– Infecciosas
6 – CONVULSIONES . ( ¿ Parciales o Generales ? )
– Lesión Cerebral
7 – POSIBLE MASA TUMORAL . CÁNCER DE ÚTERO
– Tumor visible ( ¿ Localización ? )
8 – ANOREXIA , PALIDEZ , PÉRDIDA DE PESO
– Anemia
– Proceso Neoplásico Oculto
9 – DOLOR DE COSTADO
– Neumonía
– Úlcera péptica
– Colecistitis crónica
– Colitis – Ileitis regional
– Lesiones malignas abdominopélvicas ( Cáncer de Útero ? )
10 – DEPRESIÓN REACTIVA
Fue una enfermedad crónica , febril , multisistémica con compromiso renal , del sistema nervioso periférico y central , de los vasos periféricos y del sistema inmunológico . La causa más probable que explica todas estas manifestaciones es una VASCULIS .
VASCULITIS ( PÚRPURA ) y Tumoración que se corresponde con un adenocarcinoma de útero ( derecha )
UNA VASCULITIS ( Fue una enfermedad crónica , febril , multisistémica con compromiso renal , del sistema nervioso periférico y central , de los vasos periféricos y del sistema inmunológico ). – UN CÁNCER DE ÚTERO . Probablemente acabaron con la vida de la reina Isabel I de Castilla , la Reina Católica . La imagen inferior ha sido tomada de VITAL : » 5 MALOS HÁBITOS QUE PUEDEN CAUSAR CáNCER DE CUELLO UTERINO » de Rosalyn Sulca .
«Con sed insaciable, insomnio, fiebres y dolor en un costado, los médicos de la Reina dejaron escrita una pista reveladora pocos meses antes de su fallecimiento. Habían localizado un tumor visible, pero no concretaron su localización ni el carácter de la lesión. A juzgar por estas informaciones, el secretismo en torno a la ubicación del tumor evidencia que probablemente se trataba de un cáncer de útero o de recto que, a causa del histórico recato de la Reina, se negóa a poner bajo el tratamiento debidoy a hacer pública su naturaleza . Un contemporáneo, el doctor Álvaro de Castro, que no llegó a tratar a la monarca directamente, fue más allá en sus estudios y afirmó que «la fístula en las partes vergonzosas y cáncer que se le engendró en su natura» estaba provocado por cabalgar en exceso durante las campañas militares en Granada. Un ejercicio de especulación médica que va más allá de las pruebas disponibles «. CÉSAR CERVERA ( 2 ) .
JUAN DEL ENCINA . TRISTE ESPAÑA SIN VENTURA . A LA MUERTE DE ISABEL LA CATÓLICA. Juan de Fermoselle (1468 – ? ). Fue un poeta, músico y autor teatral del Prerrenacimiento español en la época de los Reyes Católicos.
JUAN DEL ENCINA TRISTE ESPAÑA SIN VENTURA A LA MUERTE DE ISABEL LA CATÓLICA
LAS CAUSAS MÁS PROBABLES QUE ORIGINARON SU FALLECIMIENTO .
El 26 de noviembre de 1504, a los 53 años de edad, fallecía en Medina del Campo la Reina Católica. Alrededor de cien días antes, a mediados de agosto, caía enferma en cama, víctima de una grave enfermedad y, también, de sus muchos sufrimientos y preocupaciones. y ella, convencida de que llegaba su hora, decidió redactar su testamento, un monumento escrito a su fe católica, a la previsión, a la justicia, a la fortaleza, a la santidad… Y añadamos que, en los citados cien días y hasta el momento de su fallecimiento, asistieron a la reina Isabel los acreditados doctores Bustamante, Álvarez, de la Parra, Soto, Guadalupe y Gutiérrez Toledo, dos de ellos catedráticos de Salamanca.
Sus cronistas lo achacan a diferentes enfermedades, pero no se ponen de acuerdo en las causas próximas o remotas, ni cual fue la afección principal que le condujo a la muerte. Así, unos afirman que “tuvo síntomas febriles, hidropesía y, posiblemente, una endocarditis”. Otros, que “su cuerpo en sus últimos días estaba ulcerado, padecía una sed insaciable y no tenía apetito”. Lo que hace sospechar que padeciera, también, de diabetes.
El padre Pedro el Monje narra así la muerte de la reina Isabel: “Le sobrevino la muerte de una úlcera secreta que el trabajo y la agitación del caballo le habían causado en la guerra de Granada. Su valor le causó el mal, pero por su pudor lo mantuvo secreto y, no habiendo querido ponerlo jamás a las manos ni a las miradas de los médicos, murió al fin por su virtud y su victoria”.
Juan de Mariana, S.J. ( 1536 -1624 ) fue un jesuita, teólogo e historiador español. Luís comenge y Ferrer ( Historiador)
El padre Mariana habla “de una cierta enfermedad fea y prolixa que tuvo a lo postrero de su vida”. El historiador doctor Comenge, a principios del siglo XX, sugiere que “posiblemente fuera un cáncer de recto”. y un médico de palacio sospechó y aludió a “una posible fístula en las partes vergoñosas e cáncer que se le engendró en su natura”. Por este y otros comentarios de médicos actuales y de siglos pasados, han deducido que quizá padeciera un cáncer de útero o el citado carcinoma de recto.
Y en este punto, debemos hacernos unas cuantas preguntas: transcurridos cinco siglos, ¿cómo debemos valorar estos diagnósticos, criterios o presunciones de enfermedades y de síntomas aislados? ¿Cuáles eran, en definitiva, sus enfermedades o sus males? Y la pregunta más decisiva, la que hemos citado antes como clave de este debate: ¿De qué murió, realmente, la reina Isabel?
No queremos caer en la insensatez o en la temeridad de hacer un diagnóstico claro o exacto de la causa final. Por ello, sólo haremos suposiciones y elucubraciones más o menos acertadas. Pero lo que sí parece cierto es que sus cinco alumbramientos, su aborto, su extraño parto gemelar, el incesante cabalgar durante muchos años “en sus continuos viajes por toda España”, y su perentoria necesidad de tener que dormir en distintas ciudades, campamentos, villorrios y posadas, influyeron decisivamente en provocar en la reina variados problemas físicos. Entre ellos, hinchazones (primero en las piernas), seguidos de edemas y de ulceraciones cutáneas (que sus médicos de cámara atribuyeron principalmente a esos excesos en la equitación). Más adelante, se le complicarían con edemas generalizados y, con el tiempo, se transformarían en anasarca del tejido celular subcutáneo, para desembocar en una hidropesia o edema de las cavidades orgánicas. La muerte por endocarditis, o por insuficiencia cardiaca, pudo ser, probablemente, una de las complicaciones principales de esta hidropesia y causa final de tantas dolencias físicas y psicológicas. Citamos, también, estas dolencias psicológicas, porque a los evidentes trastornos físicos se unieron los padecimientos morales (por muertes, enfermedades, disgustos continuos de Gobierno, etc.) y, en sus últimos días, la locura, la vesania de su hija y heredera de los tronos de Castilla y Aragón, la archiduquesa Juana. Por ello, resaltamos la necesidad que siempre tuvo de médicos y medicinas y de su preocupación por que progresara esta ciencia.
Y ahora veamos, por orden cronológico, las enfermedades más importantes o, mejor diríamos, los síntomas que conocemos padeció la reina, antes de llegar a esas otras que, quizá unidas a las causas físicas, fueron las que, prematuramente, le provocaron la muerte.
Isabel, desde niña, gozó de una buena salud general, aunque tuviera las enfermedades propias de la infancia y de la juventud. Pero, cuando llegó a la edad de 40 años, padeció la más grave y fuerte de sus afecciones: unas tercianas ( forma de fiebre intermitente que aparece cada tres días o cada cuatro , entonces cuartanas . Se descubrió que esta afección era la malaria o el paludismo ) que le provocaron complicaciones y le dejaron secuelas y, como consecuencia, la tuvieron alejada por un tiempo del gobierno de sus reinos.
No cabe duda que los Reyes Católicos sufrieron calenturas tercianas bien descritas por sus médicos. Ataques recurrentes de fiebre, escalofríos y sudoración profusa. Señalaron también que había tenido dolor de costado. El paludismo, sin embargo no explica todo el cuadro clínico. Se debe considerar la posibilidad de la causa de muerte de la Reina Isabel fue una vasculitis pero no se puede determinar si esta fue primaria o secundaria. A continuación presentemos un breve resumen de estas afecciones.
PALUDISMO . A fines de la edad media, en la península ibérica y en general en toda Europa, el paludismo era una enfermedad endémica con brotes epidémicos. Se dice que Marcus Tertición siguiente: “El termino Vasculitis engloba un grupo heterogéneo de trastornos multisistémicos caracterizados patológicamente por inflamación y necrosis de las paredes vasculares”. El proceso puede ocluir los vasos medianos o pequeños ocasionando trombosis o formar aneurismas los cuales al romperse dan lugar a hemorragias. Las vasculitis son enfermedades muy poco frecuentes. Se clasifican en primarias y secundarias. Esta últimas ocurren en enfermedades del colágeno, neoplasias malignas y algunas infecciones o drogas. En 1993 la Conferencia de Chapel Hill, NC, (USA) propuso una clasificación de estos procesos angeíticos, entre los cuales se contemplan la Periarteritis nudosa, el Lupus sistémico eritematoso, la artritis reumatoide, la enfermedad de Behecet Algunas otras referencias encontradas por investigadores del servicio PDQ-Cancerlit, del Instituto Nacional de Salud son las siguientes: Harem, Gámez , Grossin , et al. del Departamento de Reumatología, del Hospital Bichat-Claude Bernard de Paris, (1997) presentaron un estudio sobre vasculitis y estiman que se asocian con cáncer en el 5% de los casos. Dos terceras partes son neoplasias hematológicas y una tercera parte tumores sólidos. La relación de sexos fue 1.26, y la edad media 62.5 años. Las vasculitis mas comunes fueron: leukocitoclástica (33%), poliarteritis nudosa (16.5%) y la púrpura de Henoch-Schonlein. El origen de la lesión maligna se localizo en pulmón 23%), aparato digestivo (17.5%) y el riñón (14%). El diagnóstico de vasculitis se hizo antes de encontrar el cáncer en la mayor parte de los casos.
El Inquisidor Torquemada . El personaje en la serie ISABEL
Ella misma se lo comentaba en una carta a su buen amigo el inquisidor Torquemada: “No he correspondido a vuestras cartas, porque me sentía indispuesta de una enfermedad que al principio me afectaba sólo a los ojos. pero después me vinieron unas tercianas que no me han permitido escribir. Y para que sepa la causa principal de mi congoja, escribo ahora que, gracias a Dios, estoy ya mejor”.
Escribe el cronista Santa Cruz: “En el mes de junio de aquel año, cayó enfermo el rey Fernando con unas tercianas. La reina, junto a la gran tristeza que tenía por los problemas de sus hijas, se sumó entonces la congoja de ver al rey en tan mal estado. lo que motivó que también a ella le aparecieron unas altas y continuas calenturas. por lo que los médicos de cámara le hicieron guardar cama inmediatamente. Estas calenturas de Isabel y sus congojas llegaron a tales extremos que, en ocasiones, le hacían perder el juicio y decir desatinos”. Y le afectaron tanto que, por consejo médico, dejó de firmar las cédulas reales. Y le impusieron reposo absoluto, una dieta equilibrada, renovación constante del aire de sus habitaciones y otras medidas higiénico-sanitarias menores. En cambio, era tal su fe y su espiritualidad que, a pesar de su enfermedad y de las recomendaciones de los médicos, no dejó de acudir, ni un solo día, a su oratorio para rezar.
EL CARDENAL JIMÉNEZ DE CISNEROS . Detalle de la estatua del cardenal Cisneros del Centenario del Cardenal Cisneros . ‘El Cardenal Cisneros y el Hospital de la Virgen de la Caridad de Illescas’, de Alejandro Ferrant. EL CARDENAL CISNEROS UN HOMBRE FUERTE EN UNA ERA CRUCIAL . EL PAÍS . CARLOS MARTÍNEZ SHAW . / 19-5-2014 . Abajo el personaje de la serie ISABEL .
El arzobispo de Toledo, Jiménez de Cisneros, describió la enfermedad de la reina a su Cabildo, el 6 de junio, con estas palabras: “La reina se ha sentido indispuesta de tercianas. y han tenido que sangrarla dos veces y purgarla otras tantas, tras lo cual se ha sentido mejor…”.
ISABEL DE ARAGÓN . Reina consorte de Portugal ( por sus matrimonios con Alfono y Manuel de Portugal ). Hija de Fernando II de Aragón y de Isabel I de Castilla . A la derecha el personaje de la serie ISABEL
Otro testimonio de esta enfermedad es el de su hija Isabel, reina de Portugal, cuando le escribió una carta a su amiga la duquesa de Cardona, en la que le decía: “La reina, mi señora, ha estado mal de calenturas tercianas dobles, aunque ya está mejor…”.
Estas enfermedades de los Reyes Católicos hicieron crisis, pero así como Fernando se restableció completamente, Isabel ya no se recuperó en los años siguientes ni con el clima castellano, ni cuando, tiempo después, se trasladara a Granada. Estas afecciones fueron la causa de su larga permanencia en la ciudad andaluza a partir del año 1499.
Realmente, la salud de Isabel entró verdaderamente “en picado”, en fase aguda y peligrosa, cuando ocurrieron los sucesos descritos y denominados por algunos cronistas como “los tres cuchillos del dolor” ( las muertes de sus hijos Juan e Isabel y la de su nieto Miguel ), a lo que se sumaría la citada locura de su hija, la heredera a los tronos. El prólogo de sus desgracias se inició cuando estaba en la ciudad de Zaragoza, a principios del mes de julio de 1499, al recibir la triste noticia de la muerte de su madre.
En este punto, nos debemos preguntar: ¿hubiera muerto la reina tan pronto por estas enfermedades, sin las pesadumbres morales que la martirizaban, especialmente por los citados “tres cuchillos del dolor”? Hoy podríamos aventurar, con cierta aproximación, que la causa última de su fallecimiento, probablemente, fue un fallo del corazón.
Recordemos que su último viaje de Granada a Castilla ya no lo pudo realizar a caballo como a ella le gustaba y llegó a Medina del Campo cansada, desecha y depresiva del largo viaje. Y para colmo de males, sus últimos meses de estancia en esta ciudad estuvieron plagados de disgustos. En este último viaje de la reina, durante su parada y corta estancia en Alcalá de Henares, los médicos de cámara Soto y Juan de Guadalupe ya no quisieron ocultar al rey Fernando su grave enfermedad y la penosa impresión que les había causado la deteriorada salud de la soberana. Esta problemática situación, agravada por sus dolores y problemas físicos y psicológicos, no cabe duda que condujeron a la reina Isabel a mayores depresiones y retraimientos en su humor.
Todas estas desventuras y augurios, las penosas noticias de los facultativos y otras más desagradables que se produjeron en los meses siguientes, hicieron pensar a Fernando en lo peor: en el próximo fallecimiento de su esposa.
Entonces, decidió llevar junto al lecho de Isabel a los mejores y más acreditados médicos de España. Así, el 23 de septiembre llegaron a Palacio, entre otros, los doctores de la Universidad de Salamanca Carvajal y Fernández Álvarez, doctor el primero en Leyes y el segundo en Medicina, para que la tratara de sus dolencias este acreditado médico y para que el abogado empezara a preparar su testamento. Y junto a estas medidas, se recurrió también a pedir oraciones y rogativas a sus súbditos en todos los templos de Castilla y Aragón.
Debemos destacar que tantas enfermedades y desgracias fueron acrisolando el carácter y las virtudes de Isabel, abocándola a una visión espiritual de la vida. Un cronista de la época escribió: “Buscó refugio la reina en una intensa vida religiosa, guiada por buenos confesores y maestros espirituales, aunque impulsada ante todo por su gran fe”.
Tras su fallecimiento, y como era el común deseo de los Reyes Católicos de ser enterrados en Granada, trasladaron su cadáver los días siguientes a esa población andaluza, la ciudad que había sido su más valorada conquista militar, por significar la expulsión total de los moros de la península. A la llegada del cadáver a esa ciudad fue sepultada provisionalmente en San Francisco de La Alhambra (la que fue, anteriormente, pequeña mezquita o capilla real de los moros), una tumba temporal, mientras se terminaba la construcción de la Capilla Real de la Catedral de Granada, en la que, definitivamente, reposarían sus restos, junto a los de su marido el rey Fernando. ( 3 )
Los Reyes Católicos . Real Academia de la Historia ( arriba ) . Pintura anónima ( centro ) . Isabel y Fernando , de la serie televisiva ISABEL ( abajo )
Carta de Fernando de Aragón tras la muerte de Isabel:
Escenas de la muerte de Isabel la Católica en la serie de televisión ISABEL
«Hoy, día de la fecha de ésta, ha placido a Nuestro Señor llevar para sí a la Serenísima Reina doña Ysabel, mi muy estimada y muy amada mujer. Y aunque su muerte es para mí, el mayor trabajo que en esta vida me pudiera venir, y por lo que en perderla, perdí yo y perdieron todos éstos reinos. Viendo que ella murió tan católicamente como vivió, es de esperar, que Nuestro Señor la tenga en su gloria; que para ella, es mejor y más perpetuo reino que los que aquí tenía. Pues que a Nuestro Señor así le place, es razón de conformarnos con su voluntad , y darle gracias por todo lo que hace».
Medina del Campo, 26 de noviembre de 1504.
CAPILLA REAL DE GRANADA . TUMBA DE LOS REYES CATÓLICOS
1.-http://www.compumedicina.com/historia/hm_170700.htmÚLTIMA ENFERMEDAD DE UNA REINA . LA CAUSA DE LA MUERTE DE ISABEL LA CATÓLICA . DR. JAIME GÓMEZ GONZÁLEZ . ARTÍCULO EN FORMATO PDF
2.-http://www.abc.es/espana/20141211/abci-isabel-catolina-muerte-cancer-201412101952.html UN CÁNCER DE ÚTERO ACABÓ CON ISABEL LA CATÓLICA . LA REINA MÁS PODEROSA DE SU TIEMPO . ABC CULTURA – CÉSAR CERVERA / 4-1-2017
3.-http://elmedicointeractivo.com/causas-muerte-isabel-catolica-20110919185859076389/ . LAS CAUSAS DE LA MUERTE DE ISABEL LA CATÓLICA . EL MÉDICO INTERACTIVO . EXTRACTO DEL DISCURSO DE ENTRADA EN LA ACADEMIA DE LA HISPANIDAD / 12-9-2012
6–http://www.delsolmedina.com/VCentenario53.htmLA ÚLTIMA ENFERMEDAD DE ISABEL LA CATÓLICA
7-http://www.abc.es/espana/20141211/abci-isabel-catolina-muerte-cancer-201412101952.html UN CÁNCER DE ÚTERO ACABÓ CON LA VIDA DE ISABEL LA CATÓLICA LA REINA MÁS PODEROSA DE SU TIEMPO . ABC ESPAÑA – CÉSAR CERVERA .
8–http://www.egrupos.net/grupo/joseignacio/archivo/indice/1/msg/4998/&actn=findMsg&text=isabel DESMONTANDO A ISABEL – EL ÚLTIMO DESAFÍO DE LA REINA CATÓLICA .
9-http://anatomiadelahistoria.com/2014/04/de-amor-y-dolor-isabel-la-catolica-y-juana-la-loca/DE AMOR Y DOLOR . ISABEL LA CATÓLICA Y JUANA LA LOCA – MARÍA PILAR QUERALT DE HIERRO.