G O Y A . EL GENIO UNIVERSAL – JOSÉ LUÍS CORRAL LAFUENTE
Goya es un espíritu libre que se rebela ante la rigidez y las normas preestablecidas. Su vida y su obra no se entiende sin enmarcarlas en la enorme tragedia colectiva que le tocó vivir
«Autorretrato» de Francisco Goya – Museo del Prado
El escritor José Luis Corral Lafuente – ABC
JOSÉ LUÍS CORRAL LAFUENTE ( 1957 – ? ) .- Es un historiador y escritor español. Profesor de Historia Medieval en la Universidad de Zaragoza. Ha centrado buena parte de su labor de investigación en la España musulmana y en la historia de Aragón. Reconocido como «el maestro de la novela histórica española contemporánea», en 1992 obtuvo la medalla de plata en el XXXIV Festival Internacional de Vídeo y Televisión de Nueva York como director histórico de la serie Historia de Aragón en vídeo. Ha sido presidente de la Asociación Aragonesa de Escritores (AAE) hasta noviembre de 2016. Y recibió el Premio de las Letras Aragonesas en 2017 .
FRANCISCO DE GOYA . Por Vicente López Portaña 1826
Los genios nacen a veces en lugares insospechados. Francisco de Goya y Lucientes lo hizo el 30 de marzo de 1746 en la pequeña localidad de Fuendetodos, a 35 kilómetros al sur de Zaragoza.
Hijo de Braulio Goya, un cualificado artesano especialista en dorar retablos, y de Gracia Cifuentes, miembro de una antigua familia de la baja nobleza pero venida a menos, sólo vivió en su casa natal de Fuendetodos un año, pues sus padres se instalaron en seguida en Zaragoza, aunque nunca perdió la vinculación con esa localidad, a la que regresó en alguna ocasión.
En la segunda mitad del siglo XVIII Zaragoza era una ciudad próspera donde los artistas tenían una buenas expectativas de trabajo, pues se estaban construyendo iglesias y conventos que era necesario dotar de retablos y cuadros. Sin duda la profesión del padre influyó en el pequeño Francisco a apasionarse por la pintura y como desde pequeño dio muestras de servir para el oficio, su padre lo llevó a estudiar en la principal academia de dibujo que regentaba José Luzán.
El muchacho de Fuendetodos aprende deprisa, realiza pequeñas obras para iglesias de pueblos cercanos a Zaragoza y para familias nobiliarias, y su habilidad con los pinceles lo lleva a Madrid, donde conoce a Francisco Bayeu, uno de los artistas más reconocidos de la capital, que además ha trabajado con Mengs en la decoración del palacio real.
Gracias a ese contacto, viaja a Italia y visita Turín, Venecia y Milán, hasta instalarse en Roma, entre 1770 y 1771, donde conocerá la obra de los más grandes artistas de los últimos siglos. Un mundo nuevo se abre ante los ojos curiosos y siempre atentos de Goya, que asimila cuanto ve, toma notas y realiza un cuaderno de bocetos y dibujos.
Vuelve a Zaragoza a mediados de 1771 pero la ciudad se le queda pequeña, de modo que se traslada a Madrid. Allí se casa con Francisca Bayeu, hermana de uno de sus maestros, con la que tendrá ocho hijos, aunque sólo le sobrevivirá el más pequeño, también llamado Francisco.
En Madrid ejercerá como el principal pintor para la provisión de cartones para la real fábrica de tapices. Su fama crece de tal modo que en 1780 se le ofrece un puesto en la Academia de Bellas Artes de San Luis.
El academicismo, el formalismo y las reglas del neoclasicismo imperan en la pintura de los últimos años del siglo XVIII y condicionan la formas de pintar. Cualquier otro pintor las asume y las cumple, pero Goya no; Goya es un espíritu libre que se rebela ante la rigidez y las normas preestablecidas.
Desde luego ama y se apasiona con la pintura de los clásicos, aprende e imita la técnica de Velázquez y sabe que es deudor de muchos otros artistas ante cuyas obras ha pasado horas y horas de contemplación y estudio, pero quiere ir un poco más allá, explorar nuevas técnicas, nuevas formas de expresión pictórica, nuevas maneras de componer un cuadro.
LA FAMILIA DE CARLOS IV . » TODOS JUNTOS » ( como lo llamaba el propio rey ) – FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES – 1800 . MUSEO DEL PRADO – MADRID
MIRAR UN CUADRO . LA FAMILIA DE CARLOS IV – GOYA
Encargado por los reyes, seguramente por consejo de Godoy, Príncipe de la Paz (1767-1851), en la primavera de 1800, ante la llegada del nuevo embajador francés, y hermano de Napoleón,Luciano Bonaparte (1775-1840). Los reyes querían reanudar relaciones con la Francia posrevolucionaria y con el primer cónsul, Napoleón. El retrato de Goya mostraba a la rama española de la casa de Borbón en toda su magnificencia, con sus numerosos miembros reunidos en torno a Carlos IV (1748-1819) y María Luisa (1751-1819) que aseguraban la expansión y la permanencia de la dinastía. Napoleón, por ejemplo, había expresado su voluntad de casarse con la infanta María Isabel (1789-1848), entonces de doce años de edad, a la que abraza aquí con gesto de protección su madre, y a la que casarían con su primo, Francisco I de las Dos Sicilias, en 1802, para evitar el enlace con Bonaparte.
El cuadro se documenta por la correspondencia entre la reina María Luisa y Godoy, que planearon cómo debía realizarse y así evitar las largas sesiones que hubiera exigido posar para el cuadro definitivo. Goya tomó estudios del natural de quienes habían de figurar en el retrato, trasladándose a Aranjuez, donde residía la corte, entre los meses de mayo y junio. A su regreso, durante el verano y el otoño de ese año, pintó el cuadro, que pudo estar finalizado a fines de año.
El retrato familiar revela el influjo de Las meninas de Velázquez en varios aspectos de la composición, como la inclusión del autorretrato del pintor ante su lienzo, a la izquierda, así como la decoración del muro del fondo con los dos cuadros simétricos. El nexo visual entre ambas escenas dejaba claro ante los espectadores del cuadro la vinculación de la dinastía de Borbón con la de los Austrias, de la que descendía directamente. Por otra parte, la idea de la representación de la familia al completo, que ponía de manifiesto su potencia, estaba ya consagrada en el retrato familiar del introductor de la nueva dinastía en España, Felipe V (P02283), pintado por el francés Louis-Michel van Loo, que decoraba entonces el salón principal del palacio de La Granja. Asimismo Goya tuvo que conocer al cuadro de Jacopo Amiconi, Retrato de Fernando VI y Barbara de Braganza, perdido y sólo conocido por un grabado, los reyes se presentan en una posición muy similar a Carlos IV y María Luisa en el retrato familiar y aparecen, además, rodeados de su corte, distribuida en dos grupos a ambos lados de las damas de honor y de los ministros, en lugar de los hijos que no tuvieron. En la Familia de Carlos IV los reyes centran también la composición; el rey de medio perfil hacia la izquierda, en el primer plano, la reina en el centro, retrasada respecto al rey y al príncipe de Asturias, el futuro Fernando VII (1784-1833), heredero de la corona, a la izquierda. Los monarcas están unidos por la figura del infante don Francisco de Paula (1794-1865), su hijo menor y tercero en la línea de sucesión al trono. El segundo en la sucesión es el infante don Carlos María Isidro (1788-1855), que sonriente se sitúa detrás de su hermano mayor. A la derecha del príncipe heredero la joven de perfil, que alza la cabeza mirando los cuadros del fondo, se ha identificado tradicionalmente como la futura esposa del príncipe de Asturias, que aún no había sido elegida y por ello de rostro anónimo. En ese año se pensaba como consorte en la princesa Carolina de Sajonia-Weimar, hasta que en 1802, los reyes se decidieron por la infanta María Antonia de Nápoles.
El grupo a la derecha de los reyes está formado por la infanta María Luisa (1782-1824), que sostiene en brazos a su hijo, el infante don Carlos Luis (1799-1883), y tras ella está su marido, don Luis de Borbón-Parma, futuro rey de Etruria, reino creado por Napoleón en 1801. En el segundo plano de la composición aparecen a ambos lados los hermanos del rey; a la izquierda, la infanta doña María Josefa (1744-1801) y a la derecha el infante don Antonio Pascual (1755-1817). La joven de perfil situada entre el infante y el rey, se ha identificado como la infanta doña Carlota Joaquina (1775-1830), reina de Portugal desde 1785 e hija mayor de los Reyes, aunque se trataría con mayor probabilidad de la infanta doña María Amalia (1779-1798), casada con su tío, don Antonio Pascual, muerto en 1798. Goya se autorretrató a la izquierda, sin dejar ver lo que está pintando en el gran lienzo, mientras que en los cuadros del muro del fondo dejó dos escenas de su invención, ya que se trata de pinturas que no figuraban en los inventarios de la colección real, pero a través de las que matizó el significado general de la escena regia. El cuadro de la derecha, el paisaje fértil atravesado por un caudaloso río, con la sugerencia del mar al fondo, podría ser metáfora del reino presente y de las tierras de Ultramar. En el de la izquierda, para el que se han sugerido varios temas, entre ellos el de Lot y sus hijas, la limpieza del cuadro, efectuada en el año 2000, dejó ver con claridad una escena relativa a los amores de Hércules y Onfale, que entronca inequívocamente a los reyes con el semidiós de la mitología clásica, de cuya progenie descendía la dinastía española.
Destaca la riqueza de los vestidos y joyas de las damas, como las flechas que adornan el cabello de la reina y de las infantas María Isabel y María Amalia, la media luna de la infanta María Luisa y el tocado de plumas de ave del paraíso y los pendiente de diamantes de la infanta María Josefa, que habrían sido posiblemente elaboradas por el joyero de cámara, el francés Leonardo Chopinot. Todas ellas ostentan la banda de la orden de Damas Nobles de la reina María Luisa, y la reina y la infanta María Luisa, también lucen la cruz de la Orden de la emperatriz María Teresa de Austria, concedida sólo a las damas de la familia real. El rey ostenta las bandas de la orden de Carlos III, de la napolitana de San Jenaro y de la francesa del Santo Espíritu, con las cruces correspondientes, así como las placas de las cuatro órdenes militares españolas, Calatrava, Montesa, Alcántara y Santiago, y de su cuello pende el Toisón de Oro. Los príncipes de Asturias y Parma y el infante don Antonio Pascual llevan las mismas condecoraciones que el rey; don Francisco de Paula, las bandas de la orden de Carlos III, de San Jenaro y del Santo Espíritu, y el pequeño don Carlos Luis, en brazos de su madre, sólo la de Carlos III.
El Museo del Prado conserva cinco estudios del natural para el cuadro, los relativos a don Antonio Pascual, don Luis de Borbón-Parma, doña María Josefa, don Carlos Maria Isidro y don Francisco de Paula. Cuadro comentado por Maruja Mallo. MIRARA UN CUADRO – rTVE .
Su fama crece, gana dinero, pinta frescos y retratos y acaba alcanzando el puesto de pintor de la Corte. En 1800 pinta su famoso lienzo «La familia de Carlos IV», un extraordinario catálogo de retratos en los que capta de manera magistral la sicología de cada uno de los personajes de la familia real.
TIEMPOS AMARGOS .- Todo parece ir bien, Goya es aclamado, reconocido, reclamado por los principales miembros de la corte para que los retrate, e incluso se permite el lujo de pintar a una mujer desnuda, «La Maja desnuda», emulando a «La Venus del espejo» de su admirado Velázquez, aunque en posición frontal.
LA MAJA DESNUDA – GOYA . La maja desnuda es una de las más célebres obras de Francisco de Goya. El cuadro es una obra de encargo pintada antes de 1800, en un periodo que estaría entre 1790 y 1800, fecha de la primera referencia documentada de esta obra. Inspirada y emulada de la VENUS DEL ESPEJO de su admirado DIEGO VELÁZQUEZ .
LA VENUS DEL ESPEJO – DIEGO VELAZQUEZ 1647 . National Gallery de Londres
( se la denomina : «The Toilet of Venus o The Rokeby Venus » )
Pero Goya comienza a sumirse en la amargura. Asiste impotente al sufrimiento de sus paisanos, contempla las catástrofes de un mundo lleno de conflictos y dibuja un mundo de sinrazón y de pesadillas. «El sueño de la razón produce monstruos», escribe junto al número 43 de sus grabados de la serie «Los Caprichos», a modo de mensaje cargado de un irredento pesimismo ya en 1799.
GRABADO Nº43 – GOYA . LOS CAPRICHOS
En 1808 todo se acelera. La alianza política entre España y Francia, que dura ya varios decenios, se desmorona. Las tropas de Napoleón entran en España, ocupan las principales ciudades e imponen un cambio en el trono. Carlos IV y su hijo Fernando VII abdican en la primavera de 1808 y José I, hermano del emperador, se proclama como nuevo rey de España.
CARLOS IV – FERNANDO VII – JOSÉ I BONAPARTE » PEPE BOTELLA «
Pasan los años, acaba la guerra en 1814, pero la desesperanza de Goya se incrementa. La reposición en el trono de Fernando VII, un rey felón y mentiroso, lo desespera. Sus pinturas se hacen tenebrosas, las Pinturas negras de la Quinta del Sordo, o se tornan en asombrosas metáforas de un país al que no augura un futuro halagüeño. En su «Duelo a garrotazos», dos hombres hundidos en la tierra hasta la rodillas, se enfrentan a palos en una pelea sanguinaria y cruel. Y en «Saturno devorando a su hijos» el gigante mitológico canibaliza a sus retoños para impedir que cuando crezcan le disputen el trono divino. Muchos han querido ver en estos dos cuadros una premonición del enfrentamiento fraticida que asolará a España en el siglo y medio siguiente y en la falta de atención del país hacia sus hijos.
DUELO A GARROTAZOS – GOYA . Duelo a garrotazos o La riña es una de las Pinturas negras que Francisco de Goya realizó para la decoración de los muros de la casa —llamada la Quinta del Sordo— que el pintor adquirió en 1819. La obra ocupaba un lugar en el muro de la izquierda mirando desde la puerta de la planta alta de la casa, compartiendo la pared con Las Parcas y dejando en medio una ventana .
SATURNO DEVORANDO A SUS HIJOS – GOYA . El cuadro Saturno devorando a su hijo o Saturno devorando a un hijo es una de las pinturas al óleo sobre revoco que formaron parte de la decoración de los muros de la casa que Francisco de Goya adquirió en 1819, llamada la Quinta del Sordo.
EL 3 DE MAYO DE 1808 EN MADRID . LOS FUSILAMIENTOS EN LA MONTAÑA DEL PRÍNCIPE PÍO . LOS FUSILAMIENTOS DEL 3 DE MAYO – FRANCISCO DE GOYA . Lo teminó en 1814 y se conserva en el Museo del Prado . Muestra magistralmente el dolor , la angustia , la desesperación , el miedo a la muerte , el horor a la Guerra .
MADRID Y LA QUINTA DEL SORODO . Tomada de perfíl de Madrid y Quinta del Sordo 1865 .
EL PRIMER PINTOR MODERNO .- Francisco de Goya es hijo de su tiempo, y su vida y su obra no se entiende sin enmarcarlas en la enorme tragedia colectiva que le tocó vivir. La guerra de la Independencia lo marcó para siempre, provocó una profunda huella en su vida y condicionó su obra pictórica desde entonces.
Pero también lo dejó marcado lo que ocurrió en España tras la guerra. Tras dos años de gobierno liberal, Fernando VII, un redomado canalla, impuso un régimen opresor que pretendía una vuelta al Antiguo Régimen, y Goya se vio inmerso en marzo de 1815 en un proceso que le abrió la Inquisición, restaurada por el rey Felón, por haber pintado el cuadro de la Maja desnuda, alegando que atentaba contra la moral.
Goya amaba la libertad, la necesitaba para expresar en sus obras todo el genio que llevaba dentro, quería plasmar los horrores, las pasiones, los temores y las esperanzas de la vida en sus cuadros, y lo quería hacer con técnicas nuevas. Los mejores críticos de arte no han dudado en calificar a Francisco de Goya como el verdadero precursor, cuando no el creador, de la pintura contemporánea, y lo ubican en el origen de lo que a lo largo del siglo XIX y primeras décadas del XX serán las nuevas grandes corrientes pictóricas como el impresionismo, el expresionismo e incluso la pintura abstracta.
Goya es un adelantado, el primero que supo entender que se aproximaban unos nuevos tiempos para la pintura, unas nuevas formas de captar y de plasmar el mundo. Pero don Francisco no sólo innova en cuanto a la técnica, es también un activista que denuncia las injusticias sociales, las atrocidades cometidas por los seres humanos y los vicios de una sociedad corrupta y violenta.
Pero la política y el poder siempre van más lentos en los cambios que las ideas. Y España no supo entender a Goya. Viejo, cansado, amargado, completamente sordo, el pintor aragonés decide salir de España, y en 1824 se instala en Burdeos, en un exilio voluntario, para escapar de un país pacato e incluso y de una clase dirigente egoísta y burda.
En Burdeos, tras un viaje a París, pinta sus últimas obras, y allí muere y es enterrado el 16 de abril de 1828, entre la indiferencia de sus compatriotas. Sólo algún tiempo después, España reclamó su cuerpo, que fue repatriado, incompleto, en 1899. Hasta 1919 los restos del artista que cambió la pintura contemporánea no fueron definitivamente ubicados en la Sacramental de San Isidoro de Madrid.
JOSÉ LUÍS CORRAL LAFUENTE . Profesor de Historia Medieval en la Universidad de Zaragoza . Ha escrito este artículo para ABC . NOTAS , ACLARACIONES E ICONOGRAFIA , JIMM.
ESQUEMA DE LA DISPOSICIÓN DE LAS PINTURAS NEGRAS DE GOYA EN SU CASA CONOCIDA COMO » LA QUINTA DEL SORDO » . Hipótesis de localización de las Pinturas Negras en la Quinta del Sordo . Tomada de » La quinta del sordo : Primeras pinceladas de la Pinturas Negras » .
D O C U M E N T A L E S
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Goya Genios de la Pintura
1:32:03
Goya y la pintura española del s. XVIII
GOYA EL GENIO UNIVERSAL – JOSÉ LUÍS CORRAL LAPEÑA – ABC SEVILLA CULTURA / 5 – 8 – 2018 . https://sevilla.abc.es/cultura/libros/abci-goya-genio-universal-201808050148_noticia.html
ALGUNOS DE SUS LIBROS :
LAS PINTURAS NEGRAS – LA QUINTA DEL SORDO . Tomada de » Un recorrido por la Quinta del Sordo » .